La luz (Parte 2)
Además del valor funcional y
ambiental que tiene la luz en la arquitectura, es frecuentemente, por su
calidad, condicionante e incluso determinante de los juegos estéticos de las
formas.
Unas veces es la luz violenta que
acusa la fuerza de los volúmenes sencillos, otras veces es la luz difusa que enriquece
o da valor a las penumbras y que obliga a la arquitectura a adoptar formas que
no son la simple combinación de geometría puras. La luz es una de las primeras
condiciones variables que influyen en la arquitectura.
Le Corbusier decía que: “La
arquitectura es un juego magistral, perfecto y admirable de masas que se reúnen
bajo la luz. Nuestros ojos están hechos para ver las formas en la luz, y la luz
y las sombras revelan las formas “
Lo que se deduce de las palabras
de Le Corbusier es que la arquitectura y la luz son dos conceptos que siempre
van unidos.
Por otra parte, Leonardo da Vinci
dice “La sombra es de la naturaleza de las tinieblas. La luz es de la
naturaleza de la claridad. La primera oculta, la segunda revela. Siempre están unidas
a los cuerpos en mutua compañía”. La luz pertenece al dominio visual, lo
perceptivo y por lo tanto tiene que ver con aquella parte de la arquitectura
que interacciona con el ojo.
Además de ser imprescindible para ver, la luz
natural permite al arquitecto agregar cualidades a los distintos espacios que
conforma el proyecto o incluso al conjunto de este.
No cabe duda que la iluminación
de un lugar de lectura tiene que ser distinta a la iluminación de un lugar de
juegos o conversación. Saber iluminar cada espacio en función del ambiente
deseado es una tarea imprescindible para cualquier arquitecto.
Luz natural vs Luz artificial
Si
bien la luz natural no ha dejado de ser la forma habitual de iluminación, cada
vez se confía más en sistemas artificiales de iluminación, ya que tiene ciertas
ventajas. Es más constante y más fácil de controlar que la luz natural. Puede encenderse
y apagarse a voluntad, permite graduar con precisión su intensidad, color y dirección.
Pero a pesar de eso avances tecnológicos, la luz natural nos ofrece sensaciones
imposibles de conseguir con otros elementos. Nos proporciona calidez y una
belleza especial.
Otra ventaja de la luz solar es que es gratuita, infinita y
no contaminante. En tiempos de aumento de tarifas, crisis energética y de la
lucha contra el avance del cambio climático, la luz natural cobra más importancia
que nunca. Edificación que quiera considerarse sostenible y ecológica debe
tener en cuenta la orientación del sol para aprovecharlo al máximo. Lo ideal sería
satisfacer la demanda lumínica durante todo el día exclusivamente con luz natural.
Las nuevas tecnologías han sido
uno de los principales factores que ha incidido directamente en el manejo de la
luz en la arquitectura moderna. Desde la bombilla incandescente de Edison hasta
los LEDS de nuestra época, ha habido un gran salto cualitativo, Aunque la
bombilla sigue siendo la más usada pasada ya 138 años de su invención.
Psicología en la luz
El diseño de un ambiente, debe
considerar el ciclo temporal y la cantidad de luz de acuerdo al entorno y el
clima. Pero también debe estudiarse la calidez de esa luz, especialmente su
color, contraste y distribución espacial, de acuerdo a la ergonomía, según el
uso de cada espacio.
Una gran cantidad de los
arquitectos no consideran lo suficiente el gran imparto que la luz tiene sobre
la atención, los reflejos y la capacidad productiva. Con frecuencia nuestros
espacios de trabajos sufren de contaminación lumínica, por exceso o ausencia de
color, por deslumbramiento de luces directas en ambientes con contraste de luz
excesivo. Todas ellas son agresiones que hieren la retina y a través del nervio
óptico, impactan en lo más profundo del cerebro.
Los proyectos luminotécnicos deben
contemplar el confort de los espacios con nuevos criterios de la calidad
ambiental, considerando los aspectos energéticos, visibles e invisibles que
afectan al residente, sean niños, mujeres o hombres. Por lo tanto, el arquitecto al
diseñar un espacio debe valorar, de manera prioritaria, el efecto psicológico y
biológico de la luz como muestran algunas investigaciones en neurociencia y fotobiología.
La intensidad lumínica y calidad cromática
de un ambiente cualquier y en cualquier construcción, por ejemplo, en los Mall,
se sabe que la luz intensa y brillante, estimula el consumo de las personas.
"La arquitectura cobra un valor trascendental cuando el tema central en el diseño es la luz"
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